De cara a las elecciones de 2022, en el Sindicalismo Democrático hay diferentes posturas políticas de dirigentes y organizaciones que, ante todo, respetan el pluralismo sin ambages. Por eso observamos el respaldo sindical que reciben ofertas políticas de agrupaciones como La Coalición de la Esperanza, el Partido Liberal, el Centro Democrático, el Partido Conservador, el Partido de U y Cambio Radical, entre otras; pero que estamentos del Sindicalismo Democrático lleguen a respaldar al Pacto Histórico de Petro, sería un despropósito que iría en contra de la independencia que deben de tener las agrupaciones de los trabajadores, debido a que en la facción petrista hacen presencia logias que pertenecen al comunismo totalitario, que históricamente ha asaltado la buena fe de los trabajadores, al convertir al sindicalismo en correa de trasmisión del partido, para satisfacer los apetitos de su élite.
Tampoco se puede olvidar que Gustavo Petro, procede del M-19, grupo terrorista marxista, que se desmovilizó en 1990, pero que durante su accionar violento indudablemente fue predador del movimiento sindical, principalmente por el secuestro y asesinato del presidente de la CTC (Confederación de Trabajadores de Colombia), José Raquel Mercado, en abril de 1976, con lo que quedó patentado que el comunismo es enemigo del movimiento obrero y que lo único que le interesa a esa secta es la toma del poder, para montar una dictadura sempiterna y someter a sus instintos insanos a la ciudadanía y en especial a los trabajadores.
En el pluralismo es donde se debe apoyar la unidad de cualquier organización de los trabajadores, debido a que ello permite no ser el activo sindical de ningún partido político, ni crear narrativas acerca de que la doctrina que deben seguir los sindicatos es patrimonio exclusivo de determinada ideología, destacando que el carácter libertario del sindicalismo es el que contribuye de manera eficaz a rechazar al totalitarismo en todas sus expresiones; de tal suerte que genuinamente se defienden los interés de los trabajadores, solamente cuando hay independencia de las principales organizaciones sindicales (en este caso las centrales obreras) frente a gobiernos, partidos políticos y patrones; porque de lo contrario se estaría hipotecando la autonomía.
Ante el desprestigio que tienen los partidos políticos en la mayoría de las naciones, los dirigentes partidistas acuden a las organizaciones sindicales y sociales para reencaucharse, y este es el caso del Pacto Histórico, que aunque es de reciente creación, lo constituye una miscelánea que tiene todos los vicios que han perjudicado la vida de los colombianos, pues ahí se encuentran gamonales campeones en la corrupción, otros que han hecho política mediante la violencia armada, además de los idiotas útiles que nunca le faltan al comunismo y desde luego la clientela de Petro, que lo sigue ciegamente sin importa al abismo al que quiere llevar el país; recordando que la Biblia dice: “Hay un camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte.”
No se sabe basándose en qué Red+ Noticias, dio como cierto que la CGT apoyaba a Gustavo Petro para las elecciones de 2022, en atención a lo cual fue pertinente el comunicado institucional de la central, debido a que una postura de esa índole estaría conspirando en contra del pluralismo y la unidad interna de la organización, de ahí que los objetivos reivindicativos a favor de los trabajadores y del pueblo colombiano en general que promueve el Sindicalismo Democrático, no se pueden dejar desviar por los regateos electorales que tiene el Pacto Histórico de Gustavo Petro.