Facebook

     SiteLock

Última hora
La inversión de la realidad - Domingo, 28 Abril 2024 04:54
Dos temas - Domingo, 28 Abril 2024 04:54
¿Petro quiere decapitar la democracia? - Domingo, 28 Abril 2024 04:54
La retórica de Petro es basura - Domingo, 28 Abril 2024 04:54
Lecciones de las marchas - Domingo, 28 Abril 2024 04:54

Miguel Gómez Martínez*

El presidente Duque pasará a la historia como uno de los pocos mandatarios que intentó darles una esperanza a los millones de venezolanos oprimidos.

El pasado fin de semana se adelantaron elecciones en Venezuela. Triunfo el chavismo. Hace algunas semanas se confirmó la farsa de Nicaragua donde Ortega y señora se hicieron reelegir habiendo previamente encarcelado a todos sus contrincantes electorales. Pero llevamos más de seis décadas presenciando las ‘elecciones’ cubanas donde, con porcentajes mayores al 99 por ciento, se entroniza al dictador de turno. Y lo de Evo Morales, con sus particularidades, es muy parecido a lo de estos vecinos olvidados y condenados a sufrir las dictaduras populistas.

Mientras tanto en los foros internacionales abunda la retórica para condenar estos atropellos a la democracia sin que surtan ningún efecto. Los tiranos se quedan, se consolidan, siguen oprimiendo a sus pueblos y empujándolos al desespero del éxodo. Nada conmueve el corazón de los Castro ni de Díaz- Canel. Tampoco importan los millones de venezolanos que sobreviven en toda Latinoamérica mientras Maduro y sus secuaces se lucran del narcotráfico y dolarizan la economía borrando ceros a la moneda local para disfrazar la magnitud de su fracaso económico. A los Ortega, guerrilleros marxistas, se les olvidó hace tiempo el pueblo del que tanto se lucraron y hoy oprimen, muy al estilo Somoza, uno de los países más pobres del mundo.

Hay que decir la verdad: estos regímenes han tenido el apoyo abierto o táctico de la izquierda regional e internacional, de nuestros círculos intelectuales que, a pesar de la evidencia fáctica, siguen cerrando los ojos frente a los abusos y atropellos de todos los derechos humanos que ellos mismos tanto invocan. Tienen el respaldo del oscuro Foro de Sao Pablo que mucho daño ha hecho a la democracia regional. A estos regímenes los apoyan naciones como Irán, Corea del Norte y Rusia; se aprovechan de la inutilidad creciente de Naciones Unidas o la OEA; se benefician de las ambiguas posiciones de la Unión Europea y de la incapacidad de la diplomacia estadounidense acomplejada por tantos fracasos internacionales.

Colombia, luego de la vergonzosa contemporización del gobierno de Santos con Chávez y Maduro, ha sido valiente y decidida en su denuncia de lo que ocurre con nuestros vecinos. Hemos asumido, con humanidad y dignidad, el inmenso costo directo de la migración masiva de venezolanos y las amenazas de los esbirros cubanos y venezolanos que actúan en nuestro país amparados en pasaportes diplomáticos. El presidente Duque pasará a la historia como uno de los pocos mandatarios que, con coraje y decisión, intentó darles una esperanza a los millones de venezolanos oprimidos. Pero, como siempre, no hubo solidaridad regional ni mundial.

Ahí siguen, apoyados en elecciones predefinidas y sistemas electorales amañados, los sátrapas tropicales, respaldados por la mamertería local que no sabe cómo disimular su secreta admiración por los tiranos populistas.

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

https://www.portafolio.co/, Bogotá, 23 de noviembre de 2021.

Publicado en Otras opiniones

Lo último de Miguel Gómez Martínez

Compartir

Opinión

Nuestras Redes