Columnistas Nacionales
Carlos Salas Silva
La democracia está de capa caída en el mundo y pareciera que poco importara a pesar de conocerse el inmenso riesgo de caer en el autoritarismo que es su contraparte. El reciente mapamundi del Indice de Democracia de The Economist es desalentador. El crecimiento de los países con regímenes híbridos y autoritarios es notorio como lo es el de los que cuentan con democracias imperfectas mientras que cada vez son más pocos los que mantienen democracias plenas.
Paloma Valencia
Todos conocemos la devastación que significó el paro del año pasado. Durante mayo del 2021, la violencia en las principales ciudades llevó a pérdidas económicas por encima de los 6 billones de pesos, inflación de productos básicos en más del 100%, aumento de contagios de COVID y un terrorismo psicológico por medio de las redes sociales. El vandalismo destruyó negocios, desapareció empresas y acabó con empleos. Es evidente que muchos de estos hechos sobretodo en el suroccidente están relacionados y financiados por grupos ilegales narcotraficantes.
Saúl Hernández B.
Hemos vuelto de lleno a esas épocas en que a diario se enterraban uniformados y en que los ataques terroristas eran habituales. Y todo por la coca.
Juan David Escobar Valencia
Dependiendo de la cantidad ingerida, algunos de los efectos del alcohol en el organismo pueden ser: aumento del ritmo cardíaco y frecuencia respiratoria, disminución de la actividad de diversas funciones cerebrales centrales, comportamiento incoherente al ejecutar tareas, disminución del discernimiento, atención y reflejos, pérdida de inhibiciones, deterioro de la coordinación y disminución de la fuerza muscular, reducción de la capacidad de tomar decisiones racionales, aumento de la ansiedad y la depresión, disminución de la paciencia, deterioro del equilibrio y del movimiento, detrimento de algunas funciones visuales, articulación confusa de las palabras y grave deterioro sensorial, incluida la disminución de la percepción de los estímulos externos.
Jesús Vallejo Mejía
Es comprensible el desafecto de la Iglesia respecto del capitalismo, sobre todo en sus versiones extremas que sacralizan la codicia, la ley del más fuerte, el hedonismo o el desdén por los desamparados. No es fácil compaginar las enseñanzas evangélicas con un sistema que ignora la solidaridad para con los débiles y se muestra impasible respecto de la explotación del hombre por el hombre.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Para avanzar hacia el progreso, es necesario que todos los colombianos estemos de acuerdo, que la paz es fundamental y que solo se logra mediante la vigencia del orden y la justicia, y no de la ilusión y la impunidad, y qué a pesar de nuestras diferencias políticas e ideológicas, debemos unirnos y hermanarnos para fortalecer nuestra imperfecta democracia y consolidar sus instituciones.