Oscar Ricardo Colorado Barriga*

Colombia lleva un año cinco meses y cinco días, escuchando un ser repulsivo como Gustavo Petro y su corte de malandrines, hablándonos de perdón social para reos, deudas ancestrales, pago de un millón de pesos a bandidos por no matar, apoyo a drogadictos y jíbaros, cambio de requisitos para nombrar ignorantes y guerrilleros en cargos públicos y paz total con todo tipo de narco delincuentes.  Rebuznan que el alza del 70% en la gasolina no impacta la canasta familiar, que el aumento del 15% en comestibles procesados es por nuestra salud y que la inseguridad es mala prensa.

Oscar Ricardo Colorado Barriga*

Lo ocurrido en la vereda el Manso, municipio de Tierralta (Córdoba) deja más preguntas que respuestas. Si se analiza la declaración temeraria y guerrerista hecha por la desgracia de ser humano que nos gobierna, es evidente que aprovecha el hecho para destilar veneno en contra de: la Fuerza Pública, los ganaderos y empresarios a quienes tildó de asesinos y masacradores ante un auditorio de petristas resabiados que aplaudían como focas.  

Oscar R. Colorado*  

Nadie había descrito de manera tan exacta a un personaje tan oscuro como Gustavo Bolívar, esbirro de un terrorista y su nefasta Colombia Humana. EN UN GESTO DE VALOR Bruno Díaz, lo calificó de mentiroso (se demuestra en sus estúpidas explicaciones), fantoche (con ojear sus redes está claro como él y su hijo, presumen de su fortuna y la vida de excesos que los rodean), ladrón (las pruebas y testimonios salen a diario y así lo confirman), sucio (su apariencia personal y comportamiento no dejan duda alguna), atarbán (con escucharlo hablar es suficiente), rufián (se cree una celebridad y sale a la luz pública, su vil comportamiento), bufón (solo habla incoherencias) y de manera magistral  Bruno remata su descripción resumiéndolo en: baba y moco.