Columnistas Nacionales
Eduardo Mackenzie
La nueva enemiga de Colombia en el Congreso de Estados Únicos se llama Alexandria Ocasio-Cortez. Ella no quiere que Colombia pueda luchar contra el narcotráfico, el mayor financiador de la sangrienta subversión terrorista del hemisferio. No quiere que Colombia se defienda de las violentas asonadas urbanas que esa misma narco-subversión lanza, cuando le parece oportuno, para debilitar la economía y desorganizar las fuerzas de Defensa, para apoderarse de ciudades y puertos y causar centenas de muertes, heridos y lesionados permanentes, dentro de las fuerzas del orden como en la población civil.
Jesús Vallejo Mejía
Los creyentes de verdad sabemos que la fe cristiana es un don de Dios, un verdadero regalo de salvación que nos llega por obra de la gracia y llama a nuestra libertad. Podemos asentir a ese llamado o prestarle oídos sordos. Nada ni nadie puede forzarnos a creer, salvo la voz de la conciencia estimulada desde lo Alto.
Ariel Peña
Ahora que el candidato del marxismo leninismo, Gustavo Petro, en su discurso menciona a Jesús, San Francisco de Asís y Camilo Torres, de entrada se le nota la confusión conceptual.
Saúl Hernández B.
Hace cinco años se firmó el pacto de impunidad que fue rechazado por los colombianos en un burlado plebiscito, y la paz no se ve por parte alguna.
Luis Guillermo Echeverri Vélez*
Duque deja en alto ante las naciones del mundo la fortaleza, integridad y entereza democrática que caracteriza la generosa nación colombiana. Ello deja en evidencia, ante la mal informada comunidad internacional, la realidad de lo mejor y de lo peor que da la tierra.
Juan David Escobar Valencia
Uno de los personajes más “pinturescos” de “Alicia en el país de las maravillas” es la “Reina de Corazones”, una trastornada y despiadada monarca, que según su autor era la “personificación de una pasión ingobernable: una furia ciega y sin rumbo”, pedante como ninguna y para quien “solo existía una forma de resolver los problemas, fueran grandes o pequeños”, ordenarle a su cuerpo de seguridad: “¡Que le corten la cabeza!” a quien supuestamente la había ofendido.