Columnistas Nacionales
Margarita Restrepo
Me duele lo que le ha sucedido a Luis Alfredo Ramos, un político decente, comprometido y con sólidas bases morales.
Indalecio Dangond
Hace unos años fui a las ciudades de Londrina, Maringá, Foz do Iguazú y Cascavel, en el estado de Paraná, para conocer la revolución productiva en el corazón agrícola de Brasil.
Pedro Aja Castaño
Porque no soy bogotano, además de que en 1948 apenas empezaba a balbucear vida, no estaba en la Atenas Suramericana cuando mataron a Gaitán. En los fríos cafetines del centro, como en diminutas escuelas políticas, se exponía una cierta fe en candidatos y sueños como sucede hoy. La sostenibilidad de una esperanza política era una mezcla muy colombiana de sabihondos, aprendices de valientes, filósofos del destino, poetas crueles, aspirantes a ‘gaitanes’ que embelesados seguían al hombre de voz y tonos de relumbre, qué se yo, una barahúnda de soñadores, supongo. Y estalló un sueño que todavía espera, en medio de desencantos, puñetazos, cuchilladas y tiros de barriada; en resumen, se fundó un país que no se entrega a los cantos de sirenas.
Ruby Chagüi
Han pasado cinco años desde que la mayoría de colombianos advertimos que vendría injusticia, que no habría reparación, que seguiría la violencia y que serían premiados los criminales: cinco años han pasado desde el plebiscito en el que más de seis millones de colombianos dijimos no a la impunidad pactada por el gobierno Santos y la guerrilla de las FARC. La mayoría de ciudadanos, quienes anhelamos la paz para Colombia como cualquier persona que quiera a este país, hablamos claro: la injusticia no es el precio que hay que pagar.
José Alvear Sanín
Se dice y repite que la democracia se originó en la Atenas clásica. Esa idea algo tiene de cierto, a pesar de las exiguas condiciones de libertad de un pequeño número de ciudadanos que se manifestaban en el ágora, al margen de un populacho esclavo, y aislados en una especie de torre de marfil. Pero también en ese medio floreció la demagogia, que es desde entonces el mayor tropiezo para el buen gobierno.
Daniel Mera Villamizar
Líderes de la centroizquierda y la centroderecha han debido llamar al empresario Maurice Armitage antes de reaccionar.