José Alvear Sanín
José Alvear Sanín
Si se tocan los ahorros, el efecto inmediato es lanzar el mensaje de “Comamos y bebamos, que mañana moriremos”. Eso es, de facto, lo que inspira y provoca la letal enfermedad que aqueja a la filosofía socialista. —Winston S. Churchill, como Canciller del Exchequer, Mayo 19 de 1927.
José Alvear Sanín
La traición deja provecho transitorio al que la comete, pero queda lastrado con una vergüenza que lo persigue ya para siempre. Si eso les ocurre a los pequeños traidores, que sufren luego el desprecio en su estrecho círculo laboral, comercial, lúdico o deportivo —como pasa con el esquirol, el falso quebrado, el tahúr y el portero del autogol convenido, todos despreciables—, ¿qué diremos entonces de los grandes traidores?
José Alvear Sanín
La Carta de 1991 intentó compensar la irresponsable adopción de la elección popular de alcaldes y gobernadores, con la creación del mecanismo de revocatoria para esos cargos.
José Alvear Sanín
Las cosas han llegado tan lejos que se esperan milagros de los debates de los candidatos en tv. Vale entonces la pena contemplar ese tipo de confrontaciones en la Colombia actual, para analizar hasta dónde pueden influir en la próxima elección presidencial.
José Alvear Sanín
Desde hace años, en Colombia hay una palabra especialmente tabú: “comunista”, que precisamente por ser tabú no se puede aplicar a los que lo son. Cuando ellos se camuflan para desorientar al electorado, si mucho se los puede llamar “progresistas”.
José Alvear Sanín
En la columna “Fígaro”, de El Correo de España (29 de enero /2022), encuentro estas palabras que parecen escritas para Colombia, país especialmente amenazado por un enemigo irreductible, siempre ignorado por una dirigencia indolente, negligente y confiada:
José Alvear Sanín
Se van consolidando cuatro fuerzas electorales que se medirán el 13 de marzo en las parlamentarias.
José Alvear Sanín
Todo lo que se diga de los actuales alcaldes de Bogotá, Medellín, Cali y Manizales, es poco. Gran parte del país está en poder de individuos como ellos, sin la menor experiencia administrativa, engolosinados con un poder que les permite diarias y costosas improvisaciones, que al mismo tiempo que satisfacen sus crecientes egos deterioran las empresas y finanzas locales; además de lo odiosas que resultan las costosas emisoras municipales de tv dedicadas a la loa permanente de sus amos.